Alejandro Brugués

Alejandro Brugués

Desde White zombie, pasando por George Romero. Se creó una relación directa entre el cine de zombies y la política. Juan de los muertos recorre todos los requisitos para entrar en el género, la comedia, la revolución, la política social convierten esta maravilla del año 2011 en una película de culto Cubana dirigida por Alejandro Brugués. Llevándolo a ser reconocido mundialmente. Nacido en Argentina, y residencia en Cuba pudo graduarse como guionista de cine, con el tiempo se hizo director y hoy está en pleno ascenso.

Hace pocos días acaba de estrenar Pooka Lives!, el año pasado Nightmare Cinema un recopilatorio de cortos, poniéndolo a la par con directores como Joe dante (gremlins, piraña, entre otros), y David Slade de Hard Candy.

Hace unos días logramos ponernos en contacto, luego de ver uno de sus últimos trabajos y le hicimos llegar unas preguntas que respondió muy amablemente.

Esto no es una pregunta, sino una aclaración que debo hacer siempre. Nací en Argentina, pero soy cubano. Tema complicado, mis padres eran diplomáticos cubanos en el '76, y no pudieron inscribirme en Argentina, así que nunca tuve la nacionalidad. A los tres años me fui a Cuba. Aunque en muchas cosas me siento argentino (tengo lo peor de los dos lugares) no puedo tomar crédito por la nacionalidad.

¿Fue difícil participar de Nightmare Cinema, sabiendo que a tu lado estaban varios directores reconocidos?

Fue un poco. La verdad los conocía a casi todos. Ryuhei era el único que no conocía en persona. Mick Garris organiza de cuando en cuando unas cenas donde reúne a montón de directores de terror, y he tenido la fortuna de ser parte de ese grupo. Ahí por lo general te encontrabas desde grandes que ya no están con nosotros como Wes Craven y Tobe Hooper hasta gente de mi generación y más joven. Y uno va descubriendo que los directores de terror somos muy fans los unos de los otros. No hay competencia. Es más una reunion de geeks hablando de películas. Así que de ahí había conocido a Mick, a Dante y a David Slade.

Cuando Mick me llamó para preguntarme si quería ser parte de Nightmare Cinema ni me lo pensé. Él fue el productor, para él era una especie de continuación de Masters of Horror, y me acuerdo que empezó a decirme que eran él, Dante, y antes de escuchar a los demás ya yo estaba gritando que sí.

Entonces después sí me entró un momento de pánico, de tener que hacer algo que estuviera a la altura de esos grandes. Y lo primero que hice fue pedir que no me cuenten qué estaban haciendo los demás. No quería tener esa presión sobre los hombros. Simplemente traté de hacer lo mejor que podía. Estoy muy orgulloso del resultado. The Thing in the Woods (el título de mi segmento) es posiblemente una de las cosas que he hecho con la que más contento estoy.

Posicionándonos en Juan de los muertos, ¿fue complicado para tener los permisos de filmación? Luego de tenerlos, y con el film terminado. ¿Hubo algún tipo de traba o restricción en las exhibiciones?

No fue muy complicado tener los permisos. Tuvimos que entregar el guión para que se lo leyeran en el ICAIC, la productora/instituto de cine de Cuba. Ellos no financiaban pero daban apoyo, y son los que tenían que autorizar el rodaje. Yo dejé fuera algunas cosas que sabía que iba a hacer en la película y podían complicar un poco el tema. Como en Cuba no se había hecho nada parecido, creo que no se imaginaron por dónde iba la cosa. Me pidieron que hiciera un par de cambias en unas escenas para que no fuera tan problemática. Yo no los hice, las filmé como estaban en el guión, aunque una terminamos cortándola de todas formas (pero por otras razones).

Cuando la película estuvo terminada, se estrenó en Toronto. Después fue a varios festivales y empezó a acumular premios. Antes del estreno en La Habana fuimos al Fantastic Fest, a Stiges, Mar del Plata, en fin, unos cuantos. Y ya había mucha prensa y muchas críticas, y la gente en Cuba había escuchado hablar mucho de la peli, pero nadie la había visto. En el estreno en La Habana durante el festival de cine era tanta la expectativa que en la premiere había una cola de quince mil personas, de varias cuadras de largo, en la línea durante doce horas. Tuvieron que traer camiones de policía para contener al público y habilitar más funciones. Y fue así en cada pase.

Hasta ese momento, nadie del gobierno la había visto. Así que cuando la vieron, fue con el resto del público, y ya era demasiado tarde para frenar aquello.

¿Sentís que el género Zombie es un guiño a la sociedad de lo que pasa globalmente?

Los zombies somos nosotros mismos. Es por eso que siempre han servido para tratar temas sociales. No es un monstruo que viene del espacio ni nada por el estilo. Es tu vecino levantándose de entre los muertos. Por eso además de ser algo fascinante desde el punto de vista de género, son una herramienta muy útil cuando uno tiene cosas que decir. El terror está llena de ellas, por supuesto, pero siempre he creído que los zombies, en toda su variedad, son la más efectiva. Y por supuesto, también ayuda que desde el inicio del zombie moderno, con George Romero, han estado vinculados a este tipo de subtexto.

El género de terror parece ser el único que se renueva, no se queja del presupuesto y nunca se arrepiente de los hechos. ¿Crees que estos son los factores para el éxito y la frescura del mismo?

No es que no se queje del presupuesto, es que no queda otra. Dudo que haya un solo cineasta (de terror o cualquier género) que no se queje del presupuesto. A mi me encantaría haber tenido un poco más para Juan. Pero uno aprende a trabajar con lo que hay y a adaptarse.

Creo que el éxito y la frescura no vienen necesariamente del presupuesto, sino, como te decía en la respuesta anterior, de una respuesta al tiempo y a la sociedad en la que se hace. Mira el cine francés de terror de principio de los 2000 y las cosas que estaban pasando allá. Películas como Haute Tension, Frontiere(s), Martyrs o A l'interieur. Mira el terror de los 80's en la época de Reagan. Los 70's que nos dieron Invasion of the Body Snatchers o The Exorcist. Sigue para atrás a los 50's con todas las películas que eran un reflejo de la Amenaza Roja con todos los monstruos gigantes provocados por bombas nucleares. El terror es una respuesta visceral al tiempo en que vivimos. Como la comedia, va cambiando. Es un género vivo.

Y cuando mejor funciona es cuando viene de adentro. Get Out es el mejor y más reciente ejemplo de esto.

¿Cómo ves el panorama del cine en Cuba? ¿Hay cine independiente?

Si te soy sincero, hace ya siete años que no vivo allá y no considero justo hablar de cine cubano como si tuviera idea de lo que estoy hablando. Sí, existe. Tengo buenos amigos allá que lo están haciendo. Pero algo así como poder darte un panorama no me atrevo a hacerlo.

En argentina más allá de los festivales anuales de horror llamados "Rojo sangre" en el cual tenemos la chance de ver algunos directores locales, cortos y cosas que no llegan al cine mainstream. Cuesta encontrar directores que se atrevan o a la vez consigan los recursos para mantener vivo el género. ¿Ves que es una problemática en Sudamérica o simplemente es falta de interés en el género por nuestra corta industria?

No creo que sea exactamente una falta de interés por parte del público. Históricamente en Latinoamérica se ha apoyado otro tipo de cine, así que el terror siempre se ha tenido que buscar la vida como puede. Aunque esto es cierto en muchos otros lugares. Tenemos muchos directores de terror muy buenos en Latinoamérica, y hay latinos excelentes trabajando acá en Hollywood. Sin ir más lejos, la película de terror más taquillera de la historia es dirigida por un argentino.

La verdad el tema del terror en Latinoamérica es algo que he pensado mucho. Por un lado, pienso que no siempre se llega al nivel necesario. (Tampoco voy a mentir y decir que somos los mejores, ni me quiero hacer juez de lo que es o no bueno. Cuando hice Juan estaba consciente de que podía ser terrible. Pero pienso eso de todas mis películas y por eso me esfuerzo en darlo todo.) Pero cuando somos buenos, lo hacemos muy bien.

Y ahí entra la otra parte del problema, que es tener el respaldo de los exhibidores para que te den el lanzamiento que la película se merece, apoyándola como apoyarían una americana. Y luego viene el tercer punto complejo, que es el público. A veces creo que el público nuestro le tiene mucha desconfianza a nuestras películas, y no les perdonan cosas que les perdonarían a películas extranjeras. Es por eso que muchas películas de género latinas o españolas encuentran un hogar más acogedor en el público americano, porque no tienen ninguna idea preestablecida de lo que deben esperar. La falta de contexto los hace entrar más puros a la función y disfrutarla más.

Pero igual es tarde y puede que esté hablando tonterías. Sí te puedo decir que entre las películas favoritas de terror para mí en los últimos años hay dos latinas, "Vuelven" de Issa López y "Aterrados" de Demián Rugna.