Si te gusta el suspenso y andas zappiniando por Netflix, te recomiendo que le dediques 95 minutos de tu vida a “Sweet Virginia”, la segunda película del director canadiense Jamie M. Dagg.

Es un thriller notable a pesar de independiente y con contar con el presupuesto millonario de otras producciones, pero cuenta con Jon Bernthal (The Punisher, Shane en The Walking Dead, entre otros) en el rol protagónico y cumple.

Es una de las tantas historias que tiene los “pueblos chicos”, esta transcurre un pequeño pueblo en las afueras de Alaska. Un asesinato que se convierte en asesinatos, y dos protagonistas que están dispuestos a resolver esto con mucha violencia aunque claramente son distintos tipos.

El espectador estará constantemente en una atmosfera muy tensionada, expectante y eso viene de la mano de Dagg, los disparos no son explícitos, más bien todo es rápido, fluido y real.

Los personajes están muy bien construidos, el malo es bastante HDP y Jon que hace de una antigua estrella de Rodeo, algo bastante común en EE.UU., antes de llegar al desenlace de la película ya sabemos cuáles son las pasiones de los personajes, su forma de pensar, detalles de su vida cotidiana, cierra por todos lados.

El reparto completo está compuesto por: Jon Bernthal, Christopher Abbott, Imogen Poots, Rosemarie DeWitt, Odessa Young, Jared Abrahamson y muchos más.

No es la gran maravilla del cine, pero es una clara demostración que el cine independiente tiene trabajadores muy interesantes.